miércoles, 14 de septiembre de 2011

Adhesión de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora - En Defensa de la Plaza MARSHALL MEYER


Cómo no recordar con afecto y admiración al rabino Marshall Meyer, querido amigo, impulsor de tantas acciones y modelo de tantas actitudes en el campo de los derechos humanos en los difíciles tiempos de la última dictadura cívico-militar? Él se habría alegrado –no sin alguna sorpresa- de que un espacio con aire, con verde, con pura vida, lleve su nombre. La Plaza Marshall Meyer, en Av. Goyeneche y calle Crisólogo Larralde, en Capital Federal, resuena hoy con cantos de pájaros, gritos y carreras de chicos y más de una guitarreada.

Este espacio está en peligro. Y la autonomía de la Comuna 12 también. El gobierno de la Ciudad Autónoma ha llamado a licitación, sin previa audiencia pública y en un acto de usurpación del espacio público, para construir en la Plaza un polideportivo. El plazo es el próximo 30 de setiembre. El gobierno, como indica el comunicado que nos alerta, va en contra de “incrementar la superficie de espacios verdes de la Ciudad de Buenos Aires, que es de sólo 2,97 metros cuadrados por habitante sobre los 10 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Más datos aún: “Esta edificación del Polideportivo se realizará sobre una plaza que ha sido nombrada legalmente (…) un sector catalogado como U34 donde, según el Código de Planeamiento Urbano, el 85 por ciento de su superficie debe ser destinado a espacio verde público”.

Las Madres rechazamos enérgicamente ese doble avasallamiento –del nombre tan querido, del espacio tan necesario-, y adherimos a la convocatoria de la Mesa Política y Social de la Comuna 12, que nos invita a encontrarnos el sábado 17 de 15 a 17 h. en la Plaza Marshall Meyer. Esperamos un espacio colmado de todos nosotros.



Setiembre de 2011
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora

Una vez más por la terminación del Polo Educativo Saavedra

El 27 de Julio de 2011 la diputada Gabriela Alegre recorrió el Polo Educativo de Saavedra junto al candidato a Jefe de Gobierno Daniel Filmus y candidato a Vicejefe Carlos Tomada , denunciaron la falta de obras y el abandono de las instalaciones por parte del Gobierno Porteño.

martes, 13 de septiembre de 2011

AGRAVIO A LA MEMORIA Y A LOS ESPACIOS PÚBLICOS

Mesa Política y Social de la Comuna 12
Convoca para el :
Sábado 17 de Sep. a las 15 hs.
Plaza Marshall Meyer – Crisologo Larrralde y Donado - Saavedra
Actividad en defensa de la Plaza Marshall Meyer y del Espacio Público

Las Plazas son públicas, no tienen partido, ni gobierno,
forman parte del patrimonio cultural, recreativo y simbólico de la sociedad.
 El Gobierno de la Ciudad quiere construir un Polideportivo
en lo que hoy es la Plaza MARSHALL MEYER
situada en C. Larralde y Goyeneche – Saavedra – Comuna 12.
El llamado a licitación es para el 30 de setiembre de 2011.
 Queremos QUE SE CONSULTE a los vecinos,
PARA ESO VOTAMOS en la Comuna.
Proponemos que los $3.500.000 que adjudicaron al proyecto
se destinen a la postergada traza AU3 que va desde Av. Congreso hasta Chacarita
y a la recuperación del  Parque Sarmiento.
Llamamos a la movilización para que no desaparezca
la Plaza Marshall Meyer (Nombrada en 2005 por Ley de la Legislatura de la Ciudad.) 
ni  los espacios verdes que siempre fueron parte
de la identidad de nuestro barrio.
 Queremos que la institucionalidad no se declame,
que se practique con la verdadera participación de los vecinos
y representantes comunales elegidos por el voto popular
como establece la constitución de la Ciudad.
 Pensamos que la trayectoria de un luchador como Marshall Meyer
y de todo el movimiento de Derechos Humanos
no merece semejante agravio por parte del Gobierno de la Ciudad.
 Actuaran:
La valentina y el Burlesque Tango y Gato Urbano –
Los Villurqueros – La Chilinga
Muestra fotográfica sobre Marshall Meyer
de Monica Hasemberg

Convoca: Mesa Política y Social  de la Comuna 12
Agrup. Entrepueblo - Agrup  La Campora - Agrup. J. Arico  - Agrupación Liberación – Centro Cultural Patria Grande - Colectivo Militante - Colectivo Entreletras - Concertación FORJA - Espacio Scalabrini Ortiz – E.D.E - Frente Transversal – Movimiento Evita - Partido Solidario –  Partido Comunista - Partido de la Victoria - Red Carpani –  Tendencia Nacional y Popular.
Adhieren: Organismos de DD.HH.

Pascual Spinelli 15-64047201 -

viernes, 25 de febrero de 2011

El sabado 26 de febrero inauguramos Local en Lugano

Horacio Pietragalla será el esponsable de este nuevo espacio de discusión, militancia y construcción politica para todos los vecinos de Lugano I y 2 que quieran sumarse al proyecto nacional y popular que hace siete años está transformando el país. El local llevará el nombre de Liliana Corti y Chacho Pietragalla, ambos compañeros militantes desaparecidos durante la ultima dictadura militar. 

viernes, 14 de enero de 2011

Carta de Norberto Galasso a Jorge Altamira

A dónde vas, Jorge Altamira?
Nunca nos hemos tratado, pero nos conocemos y tenemos un punto teórico común: es necesario crear la sociedad solidaria, igualitaria, donde brote y se consolide el  Hombre Nuevo. Eso creo yo y ahí pongo mis modestos esfuerzos: en la liberación nacional y social de una América Latina unida. Vos decís que también luchás por ese objetivo. Entonces, me creo con el derecho a preguntarte: ¿Adónde vas, Altamira? ¿Adónde? ¿A qué  conduce tu política?
Disculpame, pero yo no creo que en lo profundo de vos mismo puedas suponer que la interrupción del kirchnerismo en el gobierno va a llevar al  P.O. a la Casa Rosada,  ni tampoco que le va a provocar un gran crecimiento político.  No. No creo que estés tan al margen del desarrollo de la lucha de clases ni  que, en nombre del marxismo, saques conclusiones que sólo es posible admitir en un adolescente generoso y utópico – de esos que, en pequeño número, te siguen - y que cree que se puede asaltar el cielo así como así, mañana mismo, con la revolución perfecta, completita, sin contradicción, ni imperfección alguna. No. A los pibes los entiendo – a “tus pibes” – y eso me duele, porque así seguramente pensaba el pibe Ferreyra. Porque a los 18  o los 22 años es posible querer salir de las desgracias, del desaliento, de la injusticia, luchando contra todos al mismo tiempo y de una vez, a todo o nada. Lo lamento por los pibes porque ellos ponen el cuerpo  y la derecha no anda con vueltas.
Pero, a vos no te lo puedo entender. Vos viste lo que pasó con el corte de vías el otro día: 20 muchachos rebeldes, en nombre de 60 compañeros tercerizados, provocaron la bronca de miles de usuarios del ferrocarril en Plaza Constitución y esa bronca fue usada por grupos duhaldistas y macristas, por las barras bravas de Barrionuevo, por los comandos de Ritondo, por las bandas de Duhalde. No es como dice tu compañero Ramal que “sería delirante suponer que el P.O. cortaba en Avellaneda y también el  P.O. actuaba”  en  Plaza Constitución. Si algo hay delirante es precisamente lo de Ramal, porque nadie seriamente ha dicho eso. Lo ocurrido es que, en los hechos, esos muchachitos idealistas que cortaron las vías quedaron aliados, en un mismo operativo de pinzas que vos no previste pero se dio en los hechos, con las bandas de derecha.
Entonces, cuando dicen “el P.O. aliado al duhaldismo” no te enojés: en la teoría no es así; en los hechos, sí. Es decir, en la política concreta, el  macrista Ritondo es aliado tuyo y también Cecilia   Pando y  Posse y Redrado y Puerta y Barrionuevo y Toma.  Vos y tus compañeros atacan al gobierno porque lo que no ha hecho, por lo que falta; ellos lo quieren voltear por lo que ha hecho y lo que ha hecho es suficiente para que no lo soporten. Pero en conjunto vos y ellos creen que es conveniente interrumpir el avance del kirchnerismo, es decir, la reelección de Cristina.
Claro, ellos, la derecha, están en lo suyo, no soportan la Ley de Medios, no soportan el recupero de los aportes jubilatorios por el Estado, ni la Unasur, ni tampoco la asignación universal por hijo, ni ponerle coto al FMI. Ellos están molestos  por el protagonismo popular, por “los oscuramente pigmentados” (como decía el conservador Reinaldo  Pastor) y entonces  dicen ahora, haciéndole ‘el bocho’ a los vecinos más reaccionarios: “Somos xenófobos y ¿qué?: los bolivianos y paraguayos nos ocupan las escuelas y los hospitales”. Pero vos no podés coincidir con eso. Ya sé que no coincidís en la teoría, pero en los hechos, sí. En la teoría vos sabés de la gesta altoperuana contra los realistas y seguramente sabés del “Moto Méndez” y  “el indio Camargo” y  Juana Azurduy” y tenés afecto por bolivianos y paraguayos (¡Cómo no tenerlo por Solano López, compañero de lucha contra el mitrismo oligárquico financiado por el Imperio Británico!) pero, sin embargo, vos  tocás en la misma orquesta de los xenófobos. Es en la misma orquesta, mi viejo, aunque no estés orquestado en conspiraciones de café. En los hechos, sí.
Por eso te repito: ¿Adónde vas, Altamira? Porque vos debieras saber, lo sabés, supongo, que en política es fundamental conocer al enemigo principal (manual elemental de todo socialista en serio). Y no podés confundir al gobierno - con todas las asignaturas pendientes que vos quieras -  con la alianza Duhalde, Macri, Pando y todos los que ya conocemos. No. Eso no te lo voy a entender nunca, ni a justificar.
Por otra parte, vos te formaste en una concepción de la política que otorgaba importancia fundamental, al conocimiento de la  correlación de fuerzas. Hay que preguntarse, en cada momento de la lucha, cuál es  la correlación de fuerzas. Esto lo aprendiste, como yo, hace muchos años, en los manualitos del socialismo, es el ABC, el primero inferior, como se decía en nuestros tiempos. Y entonces, ¿cuáles  son las opciones en juego? No me explico  cómo no entendés las fuerzas en juego y la  opción consiguiente: la vuelta al  2001 o a 1942, según algunos, es decir, el retroceso profundo con respecto a los avances del kirchnerismo, con todas las imitaciones en que probablemente vos y yo coincidamos o la prosecución y profundización de lo que se está haciendo desde el gobierno. ¡Y no podés decirme a mí que aprendiste en los textos clásicos que estas son luchas interburguesas y que es lo mismo Cristina en el gobierno que la Pando o Duhalde! No, vos sabés que no podés decirme eso, porque eso te  invalidaría para actuar concretamente en las luchas políticas que se están dando hoy y aquí. .
Vos viviste muchas cosas, Altamira,  como las viví yo. ¿O perdiste la  memoria? Y las que no viviste, te informaste por una abundante  literatura política. ¿Qué hizo la izquierda abstracta, toda la izquierda, desde anarquistas, socialistas, comunistas hasta trotskistas, en el 30? Todos contra Yrigoyen. Y vino  Uriburu y después él mismo se encargó de torturar y fusilar, incluso a algunos de estos izquierdistas teóricos que habían sido funcionales a esa derecha fascista. ¿Era lo mismo Uriburu que Yrigoyen? Evidentemente, no. ¿Había que hacerse yrigoyenista, en ese principio de la decadencia del radicalismo? Tampoco. ¿Correspondía  colocarse al margen de esa lucha  porque eran luchas interburguesas? Menos aún. La única política correcta era la que enseñan los clásicos: al lado del yrigoyenismo, con independencia, junto a la clase media que hacía su experiencia de poder y evidenciaba sus limitaciones. Porque no fue por las limitaciones sino por los aciertos que torturaron y asesinaron radicales en 1931 y había que estar ahí, contra la dictadura y al mismo tiempo junto a “la resistencia radical” denunciando al alvearismo entreguista. Claro que después el radicalismo terminó en De la Rúa y todo lo que conocemos, pero eso no significa que hubiese que atacarlo  en su mejor momento, cuando tenían a la mayoría popular apoyándolo. Vos lo sabés bien, porque eso se llama “dialéctica” que en lenguaje de barrio quiere decir: no hay que dejar de enamorar a  una mina de 20 años pensando que dentro de 60 años estará arrugada y desdentada. O de otra manera: la degradación del menemismo no justifica a quienes estuvieron con Braden y contra Perón, en el 45.
No puedo creer que no me entiendas, porque entonces sería vano este escrito, inútil totalmente. Y no me digas tampoco… “en esa época, nosotros éramos muy chiquitos y nos hacíamos pipí en la cama”, porque te contestaré como Jauretche, lo peor es que siguen meando en la cama también ahora. Porque también en el 45 y en el 55 sucedió lo mismo, salvo la posición de  “Frente Obrero” y sus seguidores de la Izquierda Nacional, que salvaron el honor del socialismo revolucionario junto a los trabajadores peronistas. De lo que ocurrió después que cayó Perón, ¿te acordás?, sin duda. ¿Qué vino? ¿El socialismo, acaso? Sí, quizás el de “Norteamérico” Ghioldi justificando los fusilamientos del ‘56 porque “la letra con sangre entra”. No eran lo mismo Perón y el almirante Rojas, lo sabe cualquier laburante sin haber leído jamás a don Carlos ni a Vladimiro Ilich. Lo sabe porque está en la realidad de la lucha de clases, aunque no sepa qué es la lucha de clases que la mayor parte de la izquierda predica en los fermentarios y talleres de formación con las ventanas cerradas a  lo que ocurre en la calle.
¿Puede ser que no me entiendas? Y no te confundas, te lo digo otra vez. Yo no te digo que te hagas kirchnerista. Te digo solamente que no se es izquierda cuando se califica a  todos los demás de ser lo mismo, burgueses,  echando fuegos de artificio que ilusiona a  los adolescentes. Se es izquierda en la acción política concreta y aquí, en América Latina, con años de dependencia y expoliación, cuando aparecen gobiernos con vocación popular - quizás vos digas burgueses disfrazados de populismo - yo no pido que abandones tu organización y te incorpores, a ellos,  sino que te pongas al lado. No al lado de la derecha y en contra de ese gobierno. Te lo dijo Lenin, Altamira: “golpear juntos, marchar separados”.
“Junto” con las mayorías populares, aunque las direcciones políticas  no sean todo lo que vos quisieras. Y “separados”, es decir, manteniendo la independencia ideológica, política y organizativa, pero jamás  serle funcional a la derecha. No, mi viejo.
Porque entonces  vas entrando en un juego en que puede caer sobre vos  la responsabilidad de lo que ocurra  a  militantes que son  víctimas de enfrentamientos como los que hemos visto, heridos o  muertos para que en definitiva no se haga la revolución, sino para que la derecha llegue al poder y  persiga a  los pocos que te queden.
Hace pocos días lo dijo Rafael Correa, con respecto a su intento de darle una salida popular al Ecuador, protestando porque una “izquierda”, a la que llamó “boba”, se complace en atacarlo haciéndole el juego a la derecha. Lo mismo dice Hugo Chávez respecto a furibundos ex guerrilleros que se le oponen haciéndole el juego a los dueños de la televisión y los grandes grupos económicos de Venezuela. ¿No bastan acaso las fotos del lanzamiento de la candidatura de Duhalde, con el macrista Ritondo y la procesista Pando, obras maestras del terror? Son ellos los que acechan, los que quieren volver, los que quieren otros treinta mil desaparecidos, entre los cuales caerán también muchos de los tuyos. Y no podés hacerle el juego. No podés crear condiciones para que los diarios digan “el P.O. en Avellaneda y el duhaldismo y el macrismo en la Plaza Constitución, operaron contra el gobierno y provocaron incidentes”. No, mi viejo, no podés. Sería un error gravísimo y en política, ya lo sabés, un grave error es peor que un crimen.
Porque en estos países los movimientos nacionales y populares  jugaron un papel importante, aunque hayan sido inorgánicos, tumultuosos, “oro y barro”, “abismos y cumbres”, como decía Jauretche, pero en el balance final expresaron avances populares, tanto Yrigoyen como  Perón.
A veces, los periodistas dicen que en la Argentina no hay izquierda real ¡Y claro!, si grupos semejantes al tuyo confundieron a Biolcati con Mao Tsé Tung y a Llambías con Trotsky y se colocaron alrededor de “la mesa de enlace agropecuario” enfrentando al gobierno junto a las señoras “bien” del Barrio Norte y los grandes sojeros. En esa ocasión, vos estuviste mejor que ellos, pero no bien. No apoyaste a los ganaderos, pero dijiste que eran luchas interburguesas. Entonces, decime, ¿toda la historia argentina son luchas interburguesas que no deben importarle a los trabajadores? Yrigoyen derrocado por los conservadores, Perón enfrentando a Braden y luego derrocado y desterrado, Moreno envenenado y San Martín enfrentado a Rivadavia y Sarmiento festejando el degüello del  Chacho  Peñaloza. Una historia de luchas, sangre y muerte. Y si eso no es lucha de clases, ¿las clases dónde  están? ¿Todos son lo mismo, burgueses y todos los enfrentamientos, bombardeos, fusilamientos, etc., son luchas interburguesas? Si pensamos eso, mejor será que nos dediquemos a  la pintura abstracta o a aprender a tocar el violín que con eso no jodemos a nadie. Y esperemos que algún día, allá lejos, cuando aparezca otro cordobazo, pero con una vanguardia iluminada, ortodoxamente formada en nuestras academias de socialismo revolucionario, volvamos quizás a la política, pero podría ocurrir entonces que los trabajadores ya hayan forjado sus dirigentes, algunos socialdemócratas, otras burocratizados, otros “fierreros”, qué se yo, pero que no reconozcan a quienes durante toda la historia  argentina no incidieron para nada y sacaron el 1% de los votos por sostener que millones de argentinos imbéciles se peleaban por diferencias “burguesas” y no por el socialismo .
Sabemos, desde la Izquierda Nacional, que no es fácil ese “golpear  juntos” y marchar separados. Inclusive hago autocrítica cuando Ramos se presentó con candidatura propia el 11 de marzo del ‘73 porque sostenía que era lo mismo Cámpora que los radicales y los candidatos del gobierno militar. Fue un grave error. Y ni qué hablar del apoyo a Menem. Por eso muchos izquierdistas nacionales se colocan a distancia de la historia de Ramos. Pero esta corriente ha sostenido, en general, la única posición correcta de acompañar a todos los movimientos nacionales de América Latina, desde una perspectiva independiente y colocarse claramente frente al enemigo común que, como se sabe,  es el imperialismo y los traidores nativos.
Desde esa perspectiva coincidimos en la valoración del peronismo con Cooke, Hernández Arregui, Puiggrós, Walsh y tantos otros, pero insistiendo que era más correcto jugar por afuera y no intentar forjar la izquierda desde adentro. Pero lo que no dudábamos, en la relación con ellos, fue que los trabajadores estaban haciendo su experiencia y debía acompañárselos y enfrentar al enemigo principal.
Ahora la polémica sigue con motivo de las posiciones del P.O. Y te lo repito: ni oposición implacable al movimiento nacional, como la tuya, ni seguidismo. Pero la tuya puede ser más peligrosa. Porque la derecha  sabe hoy que pierde en primera vuelta y va a provocar conflictos durante todo el  2011. Y ustedes no pueden estar ahí. ¡Ni cerquita! ¿Entendés?
Haceme caso, Altamira, pensalo. A la noche. En el silencio de la medianoche, pensá en los pibes que podés arriesgar y hacerlos jugar de modo funcional a la derecha. No se trata de hacerle asco a poner el cuerpo, pero sólo cuando políticamente tiene sentido el peligro que se corre. Mártires porque sí, no  benefician a nadie sino que enlutan y suman desgracias a las que ya hemos sufrido. Pensá  en la  derecha que acecha, pensá qué pasaría si se hunde este gobierno. Vos y yo ya estamos más cerca del arpa que de la guitarra  y entonces, seguí el consejo de Julián Centeya: en “el finirla, está la salvada”.  Ahí uno se puede redimir de viejos pecados. Todavía estás a tiempo y entonces, te lo digo de nuevo, no se trata de hacerte kirchnerista, sino de colocarte críticamente pero acompañando al pueblo en su experiencia. Nacional, popular. Y te lo digo en nombre de los Estados Unidos Socialistas de América Latina sobre los que profetizó Trotsky en  1940, por aquello que, como sabés, lo llevó a apoyar las nacionalizaciones petroleras de Lázaro Cárdenas y que en el fondo, era su teoría de la revolución permanente y aquello otro del frente  único antiimperialista que junto con Lenin presentaron en 1922 a los congresos de la III Internacional. Frente único antiimperialista  con obreros, muchos obreros y también con estudiantes de la pequeña burguesía y otros oprimidos, pero en estrecha vinculación con el nivel de conciencia política de la mayoría, en ese momento histórico ¿Verdad que te acordás?
Te lo digo yo, que soy, como decía Scalabrini y salvando las distancias, “uno cualquiera  que sabe que es uno cualquiera”. No sea cosa que esta conversación la tengamos que continuar en el 2012, los dos en cana o en el exilio. Y preparate entonces, porque, en ese caso, te lo voy a reprochar todos los días, implacablemente, como esa gota de la canilla que persiste y molesta empecinadamente en la madrugada, te lo voy a repetir una y mil veces, haciéndote corresponsable de la desgracia argentina, si aquellos que vos sabés volvieran, aprovechando los errores de una izquierda que todavía no se enteró que El Che puteaba desde Guatemala contra “esos mierdas de aviadores” que bombardearon a su propio pueblo aquel trágico 16 de junio de  1955.
Sólo puedo agregarte que hay momentos en la vida de los hombres que lo mejor que pueden ofrecer a su pueblo es una profunda autocrítica y un replanteo de posiciones erróneas. Ahí se juega su profunda adhesión al mundo nuevo que predican y por el cual dicen que están luchando. Pensalo.
Un saludo.
Buenos Aires, 5 de enero de 2011
Norberto  Galasso

viernes, 7 de enero de 2011

Gabriela Alegre - Diputada, Encuentro Popular para la Victoria - OTRA FORMA DE HACER POLITICA


Desde la centroizquierda estamos obligados a pensar y construir otra forma de hacer política para recuperar la ciudad de una derecha mediocre que lo único que hace es generar necesidades en lugar de satisfacerlas.
Si buscamos los logros de esta gestión, encontraremos solamente beneficios en términos de lucro. El macrismo demuestra a cada paso que desconoce la naturaleza del Estado y aplica en cambio una lógica empresarial, donde el Estado sólo sirve de herramienta para hacer negociados.
Este criterio del Estado-empresa tiene múltiples efectos en la ciudad y los ciudadanos.
Por un lado, se expresa en el abandono de todas las áreas que no generan ganancias como son la educación, la salud y la cultura. Pero por sobre todas las cosas, demuestra su nivel de desprecio por aquellas áreas que son sustanciales al concepto de Estado, como son los Derechos Humanos.
El macrismo cree que los Derechos Humanos no son un eje de las políticas de Estado ni de la gestión de gobierno.
De ahí que hoy en ningún área de gobierno se piense o se encare una política como una cuestión de derechos. Macri está más cerca de la caridad o beneficencia que del respeto y las garantías de los derechos de las personas.
En la Ciudad de Buenos Ai res par t imos de un pi so normativo que es la Constitución de la Ciudad aprobada en 1996, pensada y construida en una coyuntura política donde las fuerzas de centroizquierda y progresistas eran mayoría.
Esta es nuestra principal garantía, además de un consenso social que sostiene la actitud de no retroceder en el tema de los Derechos Humanos. Esta Const itución y sus valores, Macri tiene que respetarlos.
En la gestión específica del área de Derechos Humanos el gobierno macrista, en el mejor de los casos, mantiene lo alcanzado institucionalmente a lo largo de muchos años, pero, por ejemplo, paraliza las obras relacionadas con los sitios de memoria. Otro ejemplo de su ideología y de su mediocre gestión es la creación de un centro de atención de minorías, demostrando al utilizar esta palabra, su nivel de estigmatización y de concepción benéfica en el otorgamiento de atención a los ciudadanos que tienen vulnerados sus derechos.
Desde esta concepción, no se trata de una restitución de derechos sino de mero asistencialismo.
Otro tema que pone de manifiesto la lógica macrista respecto de los derechos humanos es su política de seguridad y la creación de la Pol icía Met ropol itana, una fuerza que desde lo normativo debía ser de proximidad y prevención. Pero, todas las garantías posibles se tiraron por la borda cuando la conducción se entregó a personajes como el Fino Palacios y Osvaldo Chamorro, quienes crearon una policía con personal proveniente de lo peor de la Policía Federal, relacionado con la dictadura militar, con las áreas de inteligencia y con hechos de corrupción; y cuando se instaló dentro del Gobierno de la Ciudad una asociación ilícita dedicada al espionaje.
Los Derechos Humanos son un doble dolor de cabeza para Macri; primero porque desconoce su valor y la relación intrínseca que mantienen con el Estado, y segundo porque el piso normativo y el consenso social en relación a los Derechos Humanos hicieron que Macri retrocediera más de una vez: como por ejemplo al nombrar el Fino Palacios, al sumar a sus equipos a personajes relacionados con la dictadura militar o al poner como ministro de Educación al tristemente célebre Abel Posse.
Además de traer lo peor de la derecha al gobierno, el macrismo improvisa, juega a la prueba y el error, es ineficaz por definición, busca implementar acciones mediáticas pero que nada solucionan o logran todo lo cont rario; hasta que la realidad y la movilización de los ciudadanos lo hacen retroceder. Indigna ver que Macri muestra como principal logro la transformación de avenidas en doble mano o la poda de algunos árboles en zona norte; mientras no dice nada de sus logros de abandono de las políticas de salud, educación y vivienda o su enorme logro de aumentar la mortalidad infantil en uno de los distritos más ricos del país y la región.
Algo que tenemos que tener en cuenta desde la centroizquierda, para poder pensar en construir otra política para recuperar una ciudad para todos y todas, es la necesidad de establecer claramente en qué nos diferenciamos de la derecha macrista de cara al 2011.
Las campañas electorales poco saben de matices ideológicos, por su perfil mediático estos se difuminan.
Se habla principalmente de kilómetros de subte, cuidado y obras en escuelas u hospitales, metros de asfalto nuevo o veredas, entre otras tantas cosas.
Pero nosotros tenemos que hacer hincapié en nuestros principios y valores, que es lo que nos distingue al momento de gobernar y legislar.
Hay que dejar en claro que no da lo mismo una gestión supuestamente eficiente, de derecha, cubierta con el engaño de la ausencia de la ideología y una gestión que, desde su ideología y sus valores, avanza en el cumplimiento de los derechos de las personas. Diferenciar esto es diferenciar entre dos formas de gobierno, de gestión y de ciudad posibles.